NUEVA ESTACIÓN INTERMODAL DE BILBAO
Bilbao Intermodal:
La nueva estación de autobuses de Bilbao, soterrada e intermodal que entró en funcionamiento el 29 de noviembre, recibirá a 7 millones de personas al año, «dos millones más que las personas que transitan por el Aeropuerto de Bilbao, y con capacidad de crecimiento», según ha destacado este jueves el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.
Hasta su puesta en funcionamiento, el 29 de noviembre, se ofrecerán dos jornadas de puertas abiertas para que los bilbaínos, vizcaínos y «todo aquel que así los desee se familiarice con sus instalaciones, modernas, soterradas y seguras, y con su funcionamiento, muy diferente al de la antigua «Termibus«, ha explicado el alcalde.
Las jornadas de puertas abiertas se desarrollarán de 16.00 a 20.00 horas el miércoles 27, y de 10.00 a 14.00 horas el jueves, día 28. Será la noche del 28 de noviembre cuando se produzca la clausura de la Termibus provisional y el traslado de todos los operadores y sus servicios a la nueva estación, ha explicado Asier Abaunza.
La nueva estación, que acogerá a 25 operadores estatales e internacionales y por la que pasarán 19.000 personas cada día, incluidos los usuarios de Bizkaibus, comenzará su actividad con la llegada de los primeros autobuses el viernes 29 de noviembre, en torno a las 06.00 horas. El alcalde ha destacado que más de 7 millones de personas pasen al año por esta infraestructura, «2 millones más de los que transitan por el Aeropuerto de Bilbao«.
Tras destacar que con la nueva Bilbao Intermodal soterrada «desaparecerán las molestias que una estación en superficie genera» y supondrá un «aumento de la calidad de los vecinos de Basurto«, a quienes ha agradecido «su paciencia«, Aburto ha señalado que cuando concluya toda la operación «habremos ganado» un espacio de 7.500 metros cuadrados, que se sumará a los más de 100.000 m2 de paseos y parques que surgieron tras la demolición del viaducto de Sabino Arana.
CUATRO PLANTAS BAJO RASANTE
Por su parte, Asier Abaunza ha recordado que Bilbao Intermodal cuenta con cuatro plantas bajo rasante, 30 dársenas y más de 500 plazas de aparcamiento. En cuanto a los accesos peatonales a la estación, se podrán entrar a través de la plaza de 7.500 metros cuadrados, actualmente en construcción, que ocupa el espacio de la antigua Termibus.
Además, habrá un acceso directo desde el intercambiador de la estación de San Mamés, punto de encuentro de Metro y Renfe Cercanías, al que se suma ahora la conexión con el transporte público por carretera, que le da el carácter intermodal a la nueva estación. También habrá un tercer acceso en la esquina de Luis Briñas con la calle Zunzunegi, que se utilizará durante los servicios nocturnos.
Con respecto al tráfico rodado, los autobuses entrarán por Gurtubay, por un carril para su uso exclusivo, y saldrán por Pérez Galdós hacia Gurtubay. La entrada de vehículos será por Pérez Galdós y la salida por Gurtubay.
La planta baja tiene una entrada a la estación de 700 metros cuadrados de acceso y servicios. En un futuro, cuando el resto del edificio esté concluido, se sumarán al entorno una superficie comercial, un hotel, un gimnasio y una residencia de estudiantes. Gracias a la superficie que se libera en la planta baja se genera una calle de ocho metros de anchura que une Gurtubay con la futura plaza y, además, se mantendrá la calle peatonal entre la Escuela de Ingeniería de Bilbao y la nueva estación.
En la planta -1 están ubicados los principales servicios de la estación. Una ‘mezzanine’ acristalada con vistas a la planta -2, donde se sitúan las dársenas, hará las funciones de distribuidor hacia los diferentes espacios: taquillas, canceladoras de billetes, bar, consignas, oficinas, zona comercial, sala de control, zona logística e instalaciones y la conexión intermodal con la estación de San Mamés.
Por su parte, la planta -2 acogerá las 30 dársenas de la estación, que estarán ubicadas en torno a un espacio central, acristalado y aislado para proteger a los usuarios de humos y ruidos. A esta cápsula de espera se accederá con 15 minutos máximo de antelación a la salida del autobús, utilizando un código QR impreso en el propio billete o la tarjeta Barik, de forma que solo podrán pasar quienes vayan a viajar, como ocurre en los aeropuertos.
La planta -3 está dividida en dos partes: una de ellas para la zona de regulación de los autobuses;y, la otra, destinada a un aparcamiento rotatorio con 250 plazas que entrará en funcionamiento varios días después de la inauguración, cuando la actual estación provisional esté desmantelada y se puedan ejecutar los cambios circulatorios necesarios.
Por último, en la planta -4 se ubicarán más de 250 plazas de aparcamiento y la zona de regulación de autobuses, construida a doble altura, y que abarca por tanto las plantas -3 y -4. Esta planta podrá se utilizada en el futuro para la ampliación de la estación, en función de las necesidades de crecimiento de la infraestructura.
MOVILIDAD EN EL ENTORNO DE LA ESTACIÓN
En los primeros meses de funcionamiento de la nueva estación continuarán las obras de edificación, tanto de la residencia de estudiantes como del hotel, además del edificio de viviendas que completará la urbanización del entorno de Garellano.
En consecuencia, la plaza de la estación se abrirá parcialmente y únicamente los accesos peatonales a la misma desde la calle Luis Briñas estarán disponibles en los primeros días de funcionamiento del complejo, ha explicado Alfonso Gil.
Del mismo modo, las redes viarias del entorno de la Intermodal se irán modificando en las siguientes semanas y los servicios municipales de transporte público, que en esta primera fase apenas sufrirán modificaciones, se irán adecuando progresivamente a las nuevas configuraciones circulatorias que se pondrán en marcha según avancen las obras.
En esta primera fase, a partir de la apertura de la estación el próximo miércoles, se procederá a eliminar un carril de subida de Gurtubay, que pasará a ser carril de bajada para permitir la entrada de autobuses a la estación.
El Ayuntamiento de Bilbao ha concedido la explotación de la estación intermodal por un periodo de 40 años, a cargo de Amenabar, tras el cual volverá a manos del Consistorio. En el global de esta operación, se genera un conjunto de equipamientos de titularidad público-privada por un valor superior a los 40 millones de euros, sin necesidad de realizar inversión por parte del Consistorio.